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Crítica
Sólo
han pasado entre cinco y seis años desde Festín de Cuervos hasta Danza
de dragones (depende de si lo habéis leído en inglés o
español). Nótese el sarcasmo por favor. Y teniendo en cuenta que Tormenta de espadas se
publicó en el 2000, que cada uno eche sus cuentas. Bien cierto es que como
Geroge R. R. Martin podría decir, en un mundo en el que las estaciones duran
años, nosotros críos del verano, con un ciclo climático más llevadero, de poco
deberíamos quejarnos.
Pero
qué queréis que os diga, yo me quejo. Si pienso en las historias de los últimos
dos libros van entrelazadas, me parece mucho tiempo para tan pocas hojas y
muchas hojas para tan poca trama. Pero me centraré en Danza de dragones. Había leído y oído hablar de capítulos puente para
preparar grandes momentos argumentales y enlazar partes de un mismo relato,
pero es que esto es excesivo.