sábado, 20 de noviembre de 2010

Tokio Blues, Norwegian wood

Tokio Blues por Haruki Murakami

Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor -y único- amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.
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De nuevo Murakami, pero debo decir que la experiencia valió la pena. El autor nos vuelve introducir en el mundo de Tokio a través de la música, a través del recuerdo y nos lleva a un mundo en el que la muerte es un elemento omnipresente, tanto como final como principio. Fascina ver como nuestro protagonista y narrador, se enfrenta a algo tan terrible como la muerte y lo acepta como parte de la vida.
Los personajes, los ambientes, los diálogos de esta novela son tan veraces que bien podría tomarse por una autobiografía. El estilo de narración, es suave y fluye a lo largo de toda la novela sin pausa y sin alterarse por los movimientos del autor en la línea del tiempo.

En esta novela la tragedia no tiene melodrama, no hay grandes escenas lacrimógenas en las que los personajes se lamentan por lo ocurrido y claman al cielo y tierra su dolor...no, los personajes de Murakami no son héroes novelescos, ni nada que se lo parezca, son gente corriente, que sobrelleva los problemas de su vida, con mayor o menor éxito. Eso los hace magníficos

El erotismo pierde su tabú en esta historia y el sexo se convierte en algo común desmitificado y desnudo. Algunas escenas pueden resultar hasta incómodas para el lector que de momento se ve inmiscuido dentro de una situación demasiado íntima.

En resumen, Murakami nos presenta una realidad desnuda, a veces dulce y otras tantas dulce, pero sobre todo humana.
Una novela magnífica,tremendamente adictiva, que recomendaría a cualquiera.