Sinopsis
El hombre había desaparecido. El mito
no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino,
Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni
siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto
a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá
contándola para revelar la verdad tras la leyenda.
Crítica
Patrick Rothfuss
nos ha sentado en la posada de la Piedra Guía convirtiéndonos en ansioso campesinos
que esperan impacientes nuevas historias de Kvothe el Asesino de Reyes. Y esto
es bueno y es malo.
Es bueno porque en este segunda día del
relato de las aventuras del Edena Ruh, acudimos a la taberna, nos sentamos en
la mesa con Bast y el Cronista y escuchamos al posadero pelirrojo desgranar
poco a poco los sucesos que le han llevado hasta aquí. Mientras tanto, comemos su tarta de manzana y
bebemos su sidra, hasta este punto ha conseguido el autor introducirnos en la
narración. Podemos imaginar sin mucha dificultad el olor y el calor de la
chimenea y escuchar como la pluma rasga el papel mientras el Cronista va
encerrando en él las palabras de Kvothe.