domingo, 6 de noviembre de 2011

La chica mecánica


Tailandia, siglo XXII.Anderson Lake es el hombre de confianza de AgriGen en Tailandia, un reino cerrado a los extranjeros para proteger sus preciadas reservas ecológicas. El país sobrevive a los cambios climáticos, el progresivo agotamiento de los recursos naturales y al nuevo orden mundial: la manipulación genética de los alimentos básicos que ha propiciado nuevas plagas que han asolado a la humanidad.El empleo de Anderson como director de una fábrica es en realidad una tapadera. Anderson peina los puestos callejeros de Bangkok en busca del botín más preciado para sus amos: los alimentos que la humanidad creía extinguidos. Entonces encuentra a Emiko... Emiko es una "chica mecánica", el último eslabón de la ingeniería genética. Como los demás neoseres a cuya raza pertenece, fue diseñada para servir. Acusados por unos de carecer de alma, por otros de ser demonios encarnados, los neoseres son esclavos, soldados o, en el caso de Emiko, juguetes sexuales para satisfacer a los poderosos en un futuro inquitantemente cercano... donde las personas nuevamente han de recordar qué las hace humanas. 



***


Paolo Bacigalupi nos sumerge sin avisar en un mundo nuevo, diferente extraño del que no comprendemos nada y el cual está lleno de palabras y expresiones que no nos son familiares. Este es el desconcertante comienzo de la chica mecánica. Durante algunas decenas de paginas el autor nos presenta personajes, escenarios y dilemas que parecen no tener ninguna relación entre si, para ir sumergiendo al lector en una aventura con toque de ciencia ficción que engancha más con cada giro de la historia. 


Para empezar un poco mi opinión sobre la novela, debería decir que se encuentra ambientada en Tailandia, y cogiendo uno de los temas favoritos de la ciencia ficción, los posibles futuros catastróficos, nos encontramos en un mundo arrasado por las plagas, donde el los extremistas religiosos han llevado a cabo genocidios impensables, y donde tecnología punta y tradición conviven en un equilibrio precario. Tailandia es uno de los últimos países de la resistencia, que vive casi aislado del mundo exterior, huyendo de las grandes compañías genéticas  que controlan el mundo de los alimentos a su antojo; un país que desprecia a los extranjeros e intenta mantener su honor y su esencia en un mundo que ha perdido sus valores.

Este será el escenario donde se moverán nuestros variopintos personajes: un extranjero que es más de lo que parece, un refugiado chino con aspiraciones de grandeza, un oficial del gobierno insobornable y su segundo al mando, y por último la chica mecánica, un robot de última generación japonés abandonado por su amo y que debe rebajarse para poder sobrevivir en un lugar donde los de su clase son fundidos en las fraguas.
La historia se desarrolla a través de las narraciones de estos variopintos personajes, que parecen ajenos entre sí en un principio, pero que acabarán conectando sus historias, involuntariamente, para llegar a un final tan apoteósico como moralizante. 

Respecto al estilo en el que está escrito la novela es claro y quizás demasiado conciso, ya que las descripciones de la ciudad de Bangkok (donde se desarrolla la mayor parte de la historia) son algo escasa y a veces confusas. La idea de comenzar la novela sin dar ninguna explicación a los lectores me parece bastante interesante, ya que hace que te intereses más por esos detalles y sigas leyendo. También me parece necesario remarcar que en el libro aparecen algunas escenas de carácter más bien sádico, que el autor tiene el acierto de tratar con el toque justo de morbosidad.
 Sobre la construcción de los personajes, se podría decir que toma algunas de las grandes personalidades literarias de los útlimos tiempos y las entremezcla entre sí para crear un grupo variopinto tan encantadoramente auténtico como predecible a veces, pero cuyo eje, cuya plataforma y para gusto el personaje mejor construido es la chica mecánica; Bacigalupi lleva las contradicciones de este personaje hasta el extremo de justificar y hacer comprender sus acciones, y nos demostrará como incluso en el peor de los escenarios las personas quieren ser personas y que se las trate como tal. Al fin y al cabo es una novela sobre la pérdida de los valores y lo que es necesario hacer por muy duro que parezca.

En general me parece una novela muy recomendable, aunque me parece que el título de ciencia ficción se le queda un poco grande, ya que es más parecida a un estilo thriller que desde luego está ambientado en un mundo futurista, que no decepcionará a aquellos a los que les guste este género. Desde luego tanto la trama como la forma de contarla me parecen algo "hollywoodienses" pero al fin y al cabo entretenidos, y que en el fondo hacen reflexionar sobre la avaricia del hombre y hasta qué punto puede perder este su esencia y cuánto hace falta para recuperarla. 

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